sábado, 18 de agosto de 2007

Historia de un nacimiento: ¡El niño está amarillo!



La forma en que nací es algo de lo que no suelo hablar, aunque a grandes rasgos, se podria decir que estoy vivo de milagro. Recuerdo perfectamente el día de mi nacimiento; bueno, quiero decir que me acuerdo de la fecha porque por entonces no es que tuviera mucha consciencia. Fue un día de primavera hace 32 años y aparentemente en el parto fue todo como la seda.

El caso es que cuando me dispuse a chupar leche, no podía, sabía que algo faltaba, palpaba su pecho con una fuertecita enorme... pero no salía nada. Desesperado, no pude hincar los dientes porque aun no me había salido. Y por otro lado mi madre parecía tan campante. ¡Ala! ¡Que tengo hambre! Pero por increíble que pueda parecer, nadie me entendía. Entonces hice lo único que se me ocurrió hacer... ponerme amarillo. Me convertí en un simpsons de una forma tan aterradora, que mi madre -por fin- se percató de que algo raro pasaba.

Claro, me llevaron al médico. Y éste: "Oiga, este niño lleva días sin comer". Hombre, por fin alguien un poco inteligente... pero por poco tiempo. El puto médico metió sus gordos dedos en mi miniboca para verme yoquesequé y plum! Mis vías respiratorias se cerraron como una caja fuerte y ya no respiraba. Aquello parecía un desfile a cámara rápida de 4 personas (yo inmóvil) yendo de un lado a otro, tropezando entre ellas, con la música ridícula de un programa americano cuyo nombre no recuerdo. El médico me puso boca abajo y dio veinte palmaditas rápidas en la espalda. "A urgencias", dijo con voz de pito. Papá y mamá se tropezaron tres veces y dieron varias vueltas a la habitación antes de salir por la puerta (no os riáis, andar a cámara rápida no es tan fácil). Tres segundos despues estábamos en el coche, que se saltó todos los semáforos. Y yo no me movía. Vaya momento en el que me había dado por dormirme... no sé como mi mamá no se murió del susto.

De urgencia a la UCI y a tomar leche artificial. Alguien de mi familia lejana estaba por allí y se encargo de pregonarlo a todo el mundo: ¡Que el niño está amarillo!


Al final no pasó nada, ¿o sí? Sí. Fui privado de lo más natural del mundo: mamar leche de tu propia madre. Al principio eso no afectó a nada de mi vida, pero mi cuerpo sabía que algo me faltaba, estaba vacío. Y conocí el alcohol. Con trece años yo ya me emborrachaba como un loco, después dicen de los de ahora. Pero que iba a hacer, mis padres se mudaron a Madrid... y yo estaba deseoso de captar los últimos resquicios de la movida madrileña. Fue una etapa de desenfreno total (porros, cloacas, botellas, punk, sexo), y la verdad, no es que me arrepienta de haberla tenido, pero es que yo tuve suerte. La privación de leche materna me hizo querer buscar -inconscientemente- otros afrodisíacos por mi cuenta. Era algo asqueroso, pero no hay que olvidar que esas experiencias me llenaron en otros sentidos, que me han convertido en lo que hoy soy. No me arrepiento de como soy, ya no bebo (me calmé con 16 años), no fumo (bueno, esporádicamente) y soy un buen padre para mi hija ( creo).

Y pensad, de todo, absolutamente de todo, se puede sacar algo bueno. Así que, de corazón lo digo: Bebed, porque...









6 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos y ante todo agradecerte tu visita a mi blog. El tuyo también me parece genial y este artículo no es menos.
Ufff veo que empezaste a beber precozmente y en grandes cantidades, hay que tener cuidado hombre jejeje. Por lo menos te moderaste, hay gente que directamente no sabe lo que significa esa palabra.
Buen post e interesante manera de contar la historia.
Hasta la próxima (te pongo un enlace a tu blog)
www.sioncity.wordpress.com

Jaberwocky dijo...

Vaya...

Pero es que el alcohol está amargo, a mí me gusta el zumito de naranja.

Onete dijo...

La vida esta para experimentar, ya que solo se vive una vez, o eso dicen. Hay miles de cosas que es malo: El alcohol es malo, las drogas son malas, la coca-cola es pseudo-mala, comer mas de la cuenta es malo, comer de mala manera ignorando una dieta equilibrada es malo...¿Pero algún dia habrá que provarlo no? Todos algun dia por curiosidad hemos o provaremos todo eso.

Tu por lo que veo, Sr Sarcasmo, no te quedas atrás. Y en ese caso te felicito, hay que vivir la vida y cada uno se dicta la suya.

Y tras todo este montón...pues me alegro que el niño que se puso amarillo, siga vivo. Un saludo ^^.

sr. sarcasmo dijo...

Gracias a todos por los comentarios. La verdad es que no pensaba hacer esta entrada de esta forma; pensé en un principio hacer sólo la historia de mi nacimiento, pero como con lo de la barbacoa del carranza vi que era el mejor momento para contar todo lo demás.

Anónimo dijo...

Interesante historia.
Supongo que esas cosas de la cámara rápida y tal es invención o algo así, ¿no? Te lo habrán contado mil veces tus familiares y tu has dado tu versión.

Anónimo dijo...

Gracias por tu comentario. Te leo, hombre sarcástico.