Papá, ¿puedo bañarme?

Claro que sí hijo

Minutos después el hijo había sido dividido en varias partes para ser repartido en el estómago de un tiburón.
Alrededor de 1975 un joven Steven Spielberg se despertó de la cama porque se había meado encima. Había tenido una pesadilla en la que su hijo era absorbido por las fauces de un gran escualo, tiñendo el mar de rojo. Pero la razón de mearse encima no era esa, el motivo era que Spielberg es muy promiscuo a hacerselo desde que era pequeño.
Aún así, el sueño se mantuvo en su mente y poco después comenzó a rodar Tiburón (Jaws en V.O.).
La pelicula trata de una hermosa especímen de tiburón blanco que decide pasar sus vacaciones en Amity Island, atraída por las deliciosas ofertas turísticas. Pronto se da cuenta de que la gente de allí es antipática y le huye, así que enfadada por el fraude decide marcharse de allí. Pero entonces será cuando verá al jefe de policía Martin Brody y se enamorará de él (en un principio el tiburón iba a ser un macho pero al final lo cambiaron a hembra por no estar lo suficientemente extendida la homosexualidad por entonces). Comienza pues una lucha de pasión, amor-odio, en la que un impertinente científico y un duro bucanero querrán participar en este tetaedro amoroso.
Finalmente la tiburona se come al bucanero, que ultimamente se andaba muy de manitas con Brody, y trata de comerse al cientifico. La pelicula acaba cuando la tiburona le ofrece a Brody un suicidio mutuo. Brody la revienta con una bonbona de oxígeno; pero el no se suicida, porque se achanta en el último momento. Brody y el científico (que no había muerto) vuelven a la costa y la película se acaba.


En qué estaría pensando Spielberg cuando escribió el guión, nadie lo sabe. Pero el caso es que acertó y se llenó el bolsillo de millones. Los actores fueron Roy Scheider (Jefe de polícia Martin Brody), Robert Shaw (el bucanero Quint), Richard Dreyfuss (el científico coñazo) y Lorraine Gary (la cornuda mujer de Martin Brody).